El placer femenino ha sido el gran ignorado de la sexualidad hasta hace relativamente poco. Los estudios, la ciencia, las técnicas de estimulación femenina, el empoderamiento...tiene una corta trayectoria, pues desde tiempos ancestrales en la mayoría de sociedades se ha tomado como algo sin importancia; 'la mujer no siente deseo', 'la mujer no disfruta del sexo', 'blablabla, unga unga'.
Afortunadamente vivimos una época de despertar, de llamar las cosas por su nombre, de no avergonzarnos por querer tener sexo, por querer orgasmos, por reclamarlos, por buscarlos, por conseguirlos. Cuidamos nuestra sexualidad, la gozamos y la promovemos.
Con éste propósito salen al mercado distintos productos para potenciar el placer, incluyendo el que nos atañe ahora específicamente, el placer femenino.