Cuando tomamos un camino no sabemos dónde nos llevará el sendero, si merecerá la pena, si el que no tomamos era mejor.... Lo que está claro es que somos quienes somos por haber seguido ese camino que nos trajo donde estamos. Y yo empecé ese camino concreto de mi vida a los 14 años...
Supongo que fue el destino, alguna fuerza cósmica, o tal vez la simple casualidad la que hizo que, como aquel día que hablamos por primera vez, por medio de nuestro amigo común nuevamente, nos encontráramos cara a cara inesperadamente.