Que alguien te atraiga, o seas tú quien atraiga está bien, que (en caso de que sea recíproca la atracción) cada cual la vea a su manera es complicado, que ambos sintáis el mismo tipo de atracción, es casi como ver un ser mitológico. A ver, no nos deprimamos, eso pasa, pero por desgracia no siempre estamos en el mismo escalón que nuestro objeto de deseo.
Hoy hablo de ello con la Atracción Yoyó. Sí, en el tipo anterior sobre la Atracción Fan hablaba de algo parecido, pero a pesar de lo que pueda parecer, no es lo mismo. Quizá es otra etapa, o quizá no...