Supongo que uno de los problemas de lograr lo que quieres tras mucho tiempo de espera es que no sueles conseguirlo de la manera que habías imaginado.
Eso fue lo que me pasó con Samo.
Después de tantos años queriendo que pasara algo entre los dos, finalmente cuando ocurrió y gané esa muesca-trofeo, no fue ni mucho menos como lo había idealizado. No me proponía una relación, ni siquiera un rollete ocasional, lo que me proponía es que fuera la de repuesto, la tía que le daba aquello que su novia no le daba, me pedía que fuera un secreto, que ocultara parte de mi vida para poder saciar los más primarios instintos sin levantar sospechas. ¡A tomar por culo!