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27 de noviembre de 2014

Serie 'Tipos de Atracción' - Yoyó

chico jugando con yoyós

Que alguien te atraiga, o seas tú quien atraiga está bien, que (en caso de que sea recíproca la atracción) cada cual la vea a su manera es complicado, que ambos sintáis el mismo tipo de atracción, es casi como ver un ser mitológico. A ver, no nos deprimamos, eso pasa, pero por desgracia no siempre estamos en el mismo escalón que nuestro objeto de deseo. 

Hoy hablo de ello con la Atracción Yoyó. Sí, en el tipo anterior sobre la Atracción Fan hablaba de algo parecido, pero a pesar de lo que pueda parecer, no es lo mismo. Quizá es otra etapa, o quizá no...

La Atracción Yoyó es una atracción llena de idas y venidas. El yoyó (o tú o la otra persona) nunca pasa demasiado tiempo junto a la mano (o la otra persona o tú).

Se acerca con un movimiento de la mano, y tan pronto sube, vuelve a bajar. Se necesitan, aunque crean que no, pero ni la mano puede mover la nada, ni el yoyó se puede mover sin la inercia que le da ésta a través de la cuerda.

Podemos traducirlo en una relación en la que un espíritu libre; de los de verdad, de los que te descuidas y están al otro lado del mundo observando el crecimiento del musgo, no de aquellos espíritus libres de película, que cambian en el momento en el que alguien les insiste cuatro veces; se une a un espíritu estable (llámalo fijo, llámalo X). 

Este último intentará atar al otro, y lo único que conseguirá es que el espíritu libre se acerque lo justo para mantener el interés, y se volverá a alejar. Es el sino de este tipo de atracciones, cada uno quiere algo del otro, pero ni las mismas cosas, ni la misma cantidad. Hay que tener cuidado, de tanto subir y bajar se puede romper la cuerda, aparecer alguien que lo mueva mejor, o perder el interés de seguir jugando.
yoyó

Si has experimentado este tipo de atracción ya sabrás que existen dos posibilidades, o se corta el juego, y cada uno va en busca de algo que le complemente mejor, o alguien tiene que dejar de ser lo que es para adaptarse al otro. Una atracción de quiero y no puedo, de necesito y no me dan... Huye de este tipo de atracciones si comienzas a notar la cuerda demasiado tirante, o que el yoyó se resiste a subir. Mejor cambiar de juego antes de que alguien se aburra y acabe el otro jugando solo en un rincón o tirado sobre juguetes rotos.

¿Lo has experimentado alguna vez, eres o has sido el yoyó, la mano tal vez? Cuéntamelo en los comentarios...

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