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4 de febrero de 2015

Que sí, pero no lo entiendo... (Con Fas)

cara WTF

Hay cosas que me hacen mucha gracia, aunque igual más que gracia lo que hacen es que se me quede cara de 'WTF?'

Para contar esta historia tenemos que viajar en el tiempo casi unos 6 años. Había dejado de quedar con un follamigo y retomé una web de ligues que tenía bastante abandonada. Ahí fue donde conocí a Fas. Fas tenía cuatro años más que yo, vivía en mi ciudad y era masajista, la cosa prometía.

Unas semanas después de nuestra primera conversación decidimos quedar, y ahí empezaron los despropósitos. Acordamos que vendría a buscarme en coche cerca de donde yo trabajaba, e iríamos a tomar algo.

El día llegó. Le esperaba en la calle, arreglada y nerviosa. Tras varios mensajes indicándome que estaba dando vueltas y no conseguía aparcar me dijo el modelo de su coche para que me fijara y subiera cuando le viera (no subas nunca al coche de un desconocido, yo he tenido mucha suerte a lo largo de los años, pero podrías no tener la misma). Apareció, monté, nos sonreímos y marchamos a tomar algo. 

La conversación no me parecía tan interesante como por chat, él no me gustaba tanto como en el chat, y con poco más de metro y medio de estatura no era ni mucho menos tan alto como mi mente le había imaginado, ni tan cómodo hablar con él de pie como a mi más de metro setenta le hubiera gustado.

Una partida de billar, unas cervezas, alguna que otra gracia, y ahí estábamos, yo sentada y él de pie, inclinado sobre mí buscando un beso que por líos del destino encontró. Nunca se me ha dado bien rechazar a nadie (aunque mi técnica de la cobra es magistral y casi imperceptible desde fuera) así que me dejé llevar, quizá con los besos sí llegara a la altura... 

Finalmente la cosa no iba tan mal, aunque mucho por ello hizo el conformismo que me gobernaba por aquel entonces, en el que cualquier atención era bienvenida, independientemente de quién viniera. Quedamos varios días, fuimos juntos a la feria y me regaló el peluche que ganó (muy clásico de comedia romántica de los 80), estaba empezando a aceptar su forma de ser y que tuviera la altura justa para comerme las tetas. Pensaba que aquello podría ir a más.

Llegaron mis vacaciones y marché con mis amigos. Él había quedado en ir a recogerme a la estación a mi vuelta, pero el día antes me informó de que no podría. Un bajonazo porque ya me imaginaba algo con él, ¡hasta le había comprado una camiseta de souvenir! Días después de que volviera, quedamos para vernos y darle el regalo. Tras media hora en bus, y 30 minutos esperando en la calle, recibí un mensaje que me decía que no iba a poder ir. ¡Genial! Como una gilipollas había estado esperando media hora en la calle a un cabronazo, y encima llevándole un regalo. Me sentía mierda, y en el camino de vuelta a casa el reproductor de música en modo aleatorio acabó de joderme. Todas aquellas canciones que en un mal día te ponen algo triste sonaban una tras otra, y las lágrimas acabaron por resbalar por mi mejilla. Me sentía gilipollas, no ya tanto por sus desplantes, sino por prestarme a ellos, y encima de alguien que en el fondo tampoco me interesaba.

Los días siguientes me llamaba, me escribía, y yo pasaba totalmente de él. Si algo he sabido hacer cuando me han mentido es olvidar, no la mentira, sino a quien me mintió. Tras innumerables llamadas decidí cogerle el teléfono, a ver si así dejaba de llamar. Me pidió disculpas mil veces, me dio mil y una excusas, me pidió una segunda oportunidad... Todo me sonó a 'bla, bla, bla'. No cedí, y pasé página.

Meses después, un mensaje, pidiendo de nuevo una segunda oportunidad, 'el tren ya ha pasado' le contesté. Meses después, otra vez, le contesté lo mismo. Más meses después otra vez, y otra, y otra, con un mínimo de un mensaje al año para intentarlo (sms, Facebook, WhatsApp, Badoo, donde me encontrara, ahí había un mensaje suyo pidiendo otra oportunidad).

A mediados de 2013 volvió a escribirme, y jugando al 'no sé quién eres' a pesar de seguir guardando su número en el móvil, me dijo que había estado un par de años con una chica (Si me había escrito varias veces durante ese tiempo para pedir otra oportunidad... WTF?), pero que lo habían dejado hacía un mes, y que si -sorpresa- le daba una segunda oportunidad. Volví a negarme.

Mediados de 2014, nuevamente un mensaje, pidiendo más de lo mismo. Ni me molesté en contestar.

Principios de Febrero, reviso los mensajes de Facebook desde que abrí la cuenta por puro aburrimiento, encuentro uno suyo, por curiosidad entro en su perfil, no le tengo como amigo pero veo algo interesante...

facebook casado

Hace menos de un año que me escribió para quedar y pedirme una nueva oportunidad, y hoy me entero de que lleva casado año y medio... WTF? 

Cada uno hace lo que quiere (puede o le dejan), que no es el primero que retoma agenda para echar una canita al aire, que puede que al principio realmente quisiera una segunda oportunidad, que me ha hecho pensar que quizá ahora podría ser yo la casada con él si llego a ceder (un escalofrío me recorre el cuerpo, y me alegro de que no fuera así)... Que sí, pero no lo entiendo...

¿Tan gilipollas se creía que soy, tan desesperado estaba, tanto le costaba encontrar alguna que cayera en sus brazos, o es que tan difícil de olvidar soy? Todo por unos morreos y algún restregón sobre la ropa hace más de 5 años, no me imagino qué hubiera pasado si llego a mamársela...

6 comentarios:

  1. Lo que no podrás negar es que el tio era perseverante jajajaja
    La verdad es que es bastante indignante que exista gente así. Hiciste bien en pasar de él, si no ahora podrías ser una cornuda (con perdón).
    Saludos.

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    1. Jajajajaja, está claro que tardó en desistir (o espero que ya lo haya hecho). Sí, me alegro de haber pasado de él, pero la verdad es que no creo que mi 'paciencia' hubiera durado tanto como para llegar a planteármelo. Prefiero estar como estoy ;)

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  2. Jajaja si se la llegas a mamar te funda una religión con nueva diosa a la que adorar.

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    1. Mmmmm, hombres adorándome y desgravación fiscal, ¿quién no querría? ;)

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  3. Quizás Vanesa sea hinchable y le conquistara con una felación, a su manera.

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    1. Jajajajajaja, todo pudiera ser, pero la 'hinchable' le ha dado un hijo, así que igual hasta es de carne y hueso. Sea como fuera, me alegro de haber sabido salir corriendo a tiempo ;)

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