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8 de abril de 2015

Marcando territorio

superman y catwoman sexo

Hace unos días hablaba con mi mejor amiga del generoso moratón que, durante una semana, había tenido en una teta provocado por las ansias de un reciente 'amigo'.

En relación al tema ella me comentaba que en algún momento de pasión desmedida había arañado sin querer la espalda a su novio, como aferrándose al momento

Pensando en el tema caí en que hace años que como llevo las uñas cortas es más difícil arañar a alguien. Lo que me recordó que las llevo cortas, entre unas cosas y otras, desde poco antes de perder la virginidad

'No es que me las deje cortas para no arañar, pero lo cierto es que hace mucho que no me las dejo largas, y ya ni me parecen cómodas ni prácticas, y menos en medio de un polvo.'

'Si algún día te veo con ellas largas habrá llegado el momento de preguntarte hace cuánto que no follas...'

Esa conversación me hizo pensar, no en las uñas largas y su relación respecto a mi actividad sexual, sino en las marcas que pueden provocar uñas y dientes

Adoro dejar huella en aquellos con los que íntimo, solo que prefiero hacerlo en el recuerdo que sobre la piel; siempre me ha parecido más duradero y gratificante

En cambio, hay un sector fiel -incluso adicto- a las marcas físicas. Chupetones, mordiscos, arañazos... Nunca he entendido esa aparente obsesión por marcar a los amantes -fijos u ocasionales- de semejante manera.

Comparo los chupetones, mordiscos y demás con todos esos gestos que el resto del reino animal hace para marcar territorio; ya sea frotar el lomo contra un objeto, rugir al resto de la manada, o mear una esquina. Interpreto esas marcas de 'pasión' como marcas territoriales, marcas que anuncian al resto que esa presa tiene reserva, alquiler o propiedad.

marcar territorio

No puedo negar que en algún momento de pasión irrefrenable haya mordido ligeramente o arañado superficialmente a mi compañero de cama; no obstante, siempre he sido muy respetuosa al respecto, y he intentado no dejar marcas, no suponiendo que 'otra' pudiera molestarse al verlas, sino quizá porque nunca he sobrepasado ese punto de considerar a alguien MÍO de forma consciente o inconsciente aunque fuera por un pequeño instante. 

Tampoco digo que aquellos que sí me marcaron a mí me consideraran suya, aunque fuera de manera momentánea, pero sí que responde a esa actitud territorial tan primaria.

Me incomodan las marcas -además de suponer una putada difícil de esconder de cara a la mirada curiosa de mi madre, que de verlas le dará por preguntar su procedencia-, excepto aquellas veces en las que las marcas fueron meros efectos secundarios del momento de desenfreno pasional -ante las que, ocultando mi sonrisa, miento como una bellaca a mi madre-, como aquella vez que descubrí la representación de unos escalones en la espalda, cuando me percaté de varios moratones en el hombro provocados por el incesante choque de éste contra el interior de la puerta trasera de un coche, o la rozadura que me hicieron las sábanas de un amigo en la rodilla... 

No me gustan esas marcas que parecen escribir el nombre de tu 'amante' sobre ti, como si de un niño plasmando su propiedad en todo el material escolar a principios de curso se tratara. Por contra, me declaro enamorada de esas que, de manera totalmente inintencionada, dejan unos días en tu piel el recuerdo de ese momento, esas que en los días sucesivos esbozarán una sonrisa en tu cara al recordar qué hace ahí esa 'herida de guerra'.

Y tú, ¿eres territorial, te gusta dejar marca, te gusta que te la dejen, las odias, también sonríes ante el recuerdo de un moratón extraño...? Cuéntamelo en los comentarios... 

6 comentarios:

  1. Si la marca es de alguien que significa mucho para mí no es que me guste, pero no me importa. Pero nunca he sido mucho de marcas (Chanel, Gucci y Giorgio Armani me repatean).

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  2. Pues supongo que alguna marca habré dejado, pero llevada por la pasión del momento, no con ninguna otra intención, por lo menos de manera consciente, no puedo responsabilizarme de mi inconsciente.
    Por cierto, la teoría de la responsabilidad inconsciente esta te puede servir como excusa para salir del paso ante cualquier acusación. Apúntala, nunca sabes cuando te puede venir bien.
    ¡Un saludo!

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    1. El inconsciente a veces nos boicoitea. Pero sí, me lo apunto, siempre puedo echarle la culpa ;)

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  3. Me pone mucho que me muerdan y sobre todo que me arañen en el momento justo, el orgasmo puede ser increíble.
    Estoy a favor de la pasión pero nunca de las marcas.

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    1. Hay quien cree que va unido, la pasión a las marcas. Se puede ser pasional sin dejar tu firma el cuerpo ajeno ;)

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Me encantará saber su opinión...