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5 de agosto de 2015

La reina cobra

imagen película La reina cobra

¿Conoces el vértigo? ¿Ese miedo a las alturas, a caer desde ellas? Dicen que lo que tememos realmente no es caer, sino el impulso de saltar.

La llamada del vacío. Ese atrayente y letal enemigo.

Supongo que por eso hay tantos adeptos al paracaidismo, al puenting y demás actividades que impliquen jugar a desafiar a la gravedad; pero hay otros, como yo -quizá tú también-, a los que nos da pánico encontrarnos lejos de la relativa seguridad de un suelo bajo nuestros pies.

Al igual que nos da pánico ese momento en el que unos nuevos labios buscan los nuestros. Ese momento en que las ganas de saltar son tan grandes que lo único que acertamos a hacer es alejarnos del borde y buscar la seguridad de la llanura. En ese preciso instante nos defendemos, puede que por excesivo miedo (respeto) al vacío, y atacamos con la violenta reina cobra.

La reina cobra es temida en el mundo entero, tanto por quien sufre el ataque como, a veces, por quien lo lanza. Como por una invocación involuntaria, la reina cobra sale en nuestra defensa, sí, alejándonos del abismo, pero también de la adrenalina que supone dar el salto.

Vale, no te estás enterando de nada, ¿no?

Ya no sabes si estás en un blog de sexo, uno sobre fobias, sobre animales o sobre técnicas de supervivencia... Así es la vida, nunca sabemos exactamente en que punto nos encontramos. Pero créeme, acabarás encontrándote, como en este post.

¿Que de qué coño estoy hablando? De esa técnica ideada por los humanos para librarse de un momento tenso, como cuando alguien se lanza a besarnos, con la valentía que eso supone, y, aún sin querer, esquivamos sus labios con un ágil movimiento de cuello; cual reina cobra.

hacer la cobra
En ocasiones la cobra se apodera del cuerpo entero...

Sí, la mayoría de las veces echamos mano de la reina cobra porque queremos huir de ese incómodo beso que no deseamos, pero otras, las que más duelen a ambos participantes, suceden cuando nos da miedo lo que pueda pasar si nos dejamos llevar y saltamos.

¿Ya ves por dónde iba desde el principio, no?

Dime que no te suena de nada y te creeré, no tengo más remedio, pero quien más o quien menos ha tenido un contacto con la reina cobra, por encontrársela de bruces o por verse poseído por ella, pero sabe de qué hablo.

A lo largo de los años he lanzado -protagonizado- numerosas cobras, llegando a ser toda una profesional en el disimulo de la técnica, aunque no siempre la cobra salía cuando debía. Hubo algunas veces, las más, en que ella reaccionó antes que yo, y como si de una escena ajena a cámara lenta se tratara, me veía gritándome 'nooooooo' (con voz ralentizada) mientras mi cuello hacía un Matrix.

Cuantos siles perdidos por tan extraño instinto.

Sí, sí, siles. Siles he besado, siles he follado...

Mi pequeña lista de conquistas fructuosas ahora sería mayor si no me diera tanto miedo saltar al vacío, o quizá lo que me de miedo sea la incertidumbre del fondo de ese vacío. Tal vez se trate de selección natural, o incluso de una fuerza extracorpórea que con la reina cobra te dice 'este no tiene que ser'.

Dime, ¿conoces a la reina cobra, la has sufrido, te has escudado en ella, ha salido a tu rescate cuando no la necesitabas...? Cuéntamelo en los comentarios...

8 comentarios:

  1. Quien más y quien menos la ha sufrido o llevado a cabo por miedo, ese miedo a saltar del cual nos arrepentimos luego cuando ya hemos perdido la oportunidad.
    Besos.

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    1. Y da una rabia cuando realmente sí queríamos saltar...

      Besotes.

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  2. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra... Todos hemos sufrido en nuestras carnes esta técnica del escaqueo y todos, en algún momento, la hemos realizado.
    Besicos

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  3. Siento ser la nota discordante, siempre he saltado cuando he querido o tenido la oportunidad, ya que he preferido equivocarme a arrepentirme.
    No me puedo quejar, la verdad, para con las malas cartas que me ha tocado jugar algunas veces...no me está saliendo mal la partida. Muaks.

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    1. Debe haber gente que salte habitualmente para equilibrar a los que no lo hacemos tan fácilmente :)

      Besotes.

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  4. Casi todos hemos sufrido una cobra alguna vez, pero eso no quita que no volvamos a saltar al vacío una y otra vez!! Muy buen post! :)

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    1. Lo importante es que, a pesar de que la reina cobra nos ataque o nos posea, no coger miedo a saltar.

      Gracias por pasarte, bienvenido.

      Besotes.

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Me encantará saber su opinión...