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29 de junio de 2016

Crónica de una despedida de soltera 2

despedida de soltera

Una despedida de soltera no es, por suerte, sólo organizarla (a menos que te dediques profesionalmente a ello), sino disfrutarla. Y si en la primera parte de Crónicas de una despedida de soltera te contaba cómo lo organizamos, ahora te voy a contar qué hicimos...

COMIENZA LA DESPEDIDA

Cualquier otro sábado, de haberme despertado yo sola tan pronto, o con ayuda de alguna notificación irrespetuosa con mi sueño, habría desayunado y me habría vuelto a la cama. Pero obviamente no podía pasarme la despedida de soltera de mi mejor amiga, que nos había llevado un mes organizar, durmiendo, por más ganas que tuviera. Había que ponerse en marcha y empezar a disfrutar.

Recogiendo a la novia
10.55 Recojo a una de las invitadas, excompañera de instituto con la que, antes de planificar la despedida, no me hablaba desde los 16 años.

10.59 Recogemos a la maleta, y nos llevamos a la novia por no abandonarla en la calle (¿o era al revés?). Flipa con todo y se emociona por vernos juntas a la otra invitada y a mí después de tanto tiempo. No tiene ni idea de lo que le espera, aunque tiene sus teorías. Mi recurso es venderle el plan de ir a dar de comer a los patos, guerra de pintura en la Plaza Mayor y desnudarla en el Paseo Zorrilla. Lo demás no triunfó, pero los patos se mencionaron durante toda la velada.

Disfrazando a la novia
11.15 Llegamos a la casa de la coorganizadora. Todas las demás esperan dentro, preparadas para vestirla lo más rápido posible, ponernos la camiseta temática y volar a la primera actividad para no llegar tarde. Pegados en la puerta, una polla de cartón con su nombre y un condón inflado la reciben; el antifaz tetas descansa en el pomo. Abren la puerta y le tapo los ojos.

despedida de soltera
Camiseta, tutú, velo, guantes de encaje y chapa personalizada

Saludamos a las demás como podemos, conducimos a la novia al dormitorio y empezamos a desnudarla y a buscar en la maleta alguna de las cosas que la hicimos meter y realmente necesitaba, como las sandalias de vestir y un pantalón. Le plantamos el uniforme entre todas, corremos a ponernos nuestras camisetas y dejamos que se vea ante el espejo. ¡Perras del infierno! nos llama cuando se percata del tutú, pero la sonrisa que luce hace ver que está encantada a pesar del tul.

Marchamos echando leches a la primera actividad. Milagrosamente llegamos antes de tiempo, nada como siete personas para vestir a una octava para ir lo más rápido posible.

Beauty Party
12.00 Hemos venido a que nos coman los pies los peces. Lástima que no pueda dejarles un tupper con algo para luego. Antes de que se lo digamos adivina qué es lo que vamos a hacer, qué asquerosa. Nos sirven un cóctel y canapés mientras los pececillos desayunan y nosotras reímos y hacemos dos trillones de fotos. Sí, lo reconozco, es un plan muy de chicas y yo estas cosas me las hago en casa cuando puedo/me acuerdo, pero démosle el capricho a la novia, y disfrutemos del masaje de pies y piernas que nos dan tras pintarnos las uñas de los pies (Oh God, menos mal, me estaba sintiendo menos yo al no llevarlas pintadas).

13.00 Seguimos en la beauty party, pero nos han puesto el karaoke y no nos podemos ir sin hacer el gilipollas un rato, y ¿por qué no? Hacer otro trillón de fotos.

beauty party
Postureo Beauty Party

Ñam, ñam, hora de comer
14.15 Paramos a tomar una sangría de camino al restaurante, por eso de ir entrando en calor. Aunque el cóctel llevaba alcohol y me lo he pimplado a las 12 de la mañana (mi hora de desayuno). Fotos y gente comentando y haciendo la típica pregunta ¿seguro que te quieres casar? Pues hombre, si después de 14 años con él y una hija en común no está segura, tenemos un problema Houston.

15.00 Como no podía ser de otra forma, vamos a comernos unas tablas a uno de sus restaurantes favoritos. De nuevo la muy perra sabía que iríamos allí. La sangría corre ya, no sólo por mi vaso, sino por mis venas. Los pedos de mediodía son los que peor llevo, y este se me ha subido entero a la cabeza. Fotos, postre, más fotos, dios qué tarde es...

Sorpresa...
17.40 De nuevo en la casa de la coorganizadora, que no sé porque no te he dicho su nombre pero ahora te vas a quedar con la duda. Corre de nuevo la sangría por los vasos, y yo paso de meter más mejunje avinarrado por mis venas hasta que se me pase un poco la moña que llevo.

17.45 Las tetas de nuevo a los ojos. Vamos, que le ponemos el antifaz con tetas para que abra los regalos. Una bata blanca de raso para la sesión boudoir que quiere hacerse el día de la boda para regalar a su futuro marido, y el Kit de novia Happily Ever After de Bijoux Indiscrets (del que se enamoró en un catálogo que le di en el evento de Barcelona). Salta de alegría y posa pseudoeróticamente con los artículos superpuestos, obviamente sabe que el kit ha sido idea mía, y creo que sospecha que la bata también, chica lista.


18.00 Tenemos que irnos a la siguiente actividad. Abandonamos la sangría y el tinto de verano para ir a pastos más verdes, o al menos más húmedos. Según montamos en uno de los coches la conductora pregunta por dónde se va al spa, ningún problema si no fuera porque era el coche en el que iba la novia, ejem, ¿sorpresa? Qué va, también se lo esperaba.

Chof, chof, spa
18.30 Entramos en el spa de un hotel, en exclusiva para nosotras. Que suena genial pero es que tiene un aforo máximo de 8 personas y es las que somos. 

Chof, chof, chof. Chorros, piscina templada, piscina caliente, piscina del ártico. Fotos que deberían haberse quedado en la imaginación, alguna que no debía haberse ni pensado, otras que quedan mejor de lo esperado, alguna que es hasta para recordar...

19.30 Se nos acabó el chollo. Vamos a cambiarnos, aunque una vez en el vestuario no sabemos dónde hay más humedad. Los vaqueros no me suben de la rodilla, y hasta ahí no han llegado precisamente con facilidad. Tras una intensa pelea en una sala llena de 8 mujeres en la misma tesitura que yo, consigo subirlos, aunque el tiro del pantalón ha perdido la señal de GPS y no está donde debería. Me peino y toda la humedad que me había quitado con la toalla antes de vestirme vuelve a mi espalda y pecho, parece que me acabe de tirar a la piscina vestida.

20.20 Tras un paseo que alguna califica como 'de la vergüenza', llegamos al centro de operaciones. Lo que me da vergüenza es el sueño que me ha dado el puto spa y lo que haría por conseguir una cama en ese preciso instante.

20.30 Ya tendidos los bañadores nos acomodamos en el sofá, 'ahora de tranquis' le decimos a la novia. Dado que a estas alturas quedamos la mitad (cosas que pueden pasar si hay mamis en el grupo de invitadas), la novia se relaja y no espera más sorpresas. 

20.40 La sangría vuelve a mi campo de visión, y supongo que me he reconciliado al menos un poco con ella porque no dudo en coger un vaso que me ofrecen. Patatas y encurtidos llenan la mesa, no sea que la sangría caiga en vacío al estómago.

Pasamos parte del día con la gracia del stripper que vamos a llevarle luego, mezclado con el dar de comer a los patos (¿alguien sabe dónde dejamos el pan duro?). Realmente no hay ningún stripper, pero para despistar insistimos una y otra vez, hasta que llaman a la puerta. Se mosquea cuando se percata de que quien ha llamado a la casa de la coorganizadora no la conoce, se espera cualquier barbaridad.

Desvirgándonos en un Tupper Sex
21.00 La chica con putualidad alemana, y mi mejor amiga con los ojos tapados con el antifaz tetas. Tiene expresión desconcertada cuando todo queda en silencio mientras la chica del tupper deshace parte de la maleta y saca un vibrador realístico, que acto seguido pasa por las mejillas de la novia. Caras raras y gestos de os he pillado, hijas de puta, es un tupper sex. Para una cosa que no había anotado en su lista de posibles actividades (y no entiendo por qué, teniéndome a mí como mejor amiga era la actividad más predecible de todas).

Que ha pillado que era un tupper sex desde que oyó ruedas de maleta por el pasillo. Debe ser que en ninguna profesión más usan maletas y que los boys son más de bolsas de deporte, pero esto me hace pensar que yo en su caso estaría más perdida que un pulpo en un garaje, o me daría miedo cagarla con alguna de mis paranoias.

tupper sex
Algunos de los juguetes y productos eróticos que nos enseñaron
La chica de la tienda erótica pide un momento para desplegar todo el arsenal que carga en el equipaje, y mientras nosotras aprovechamos para seguir embriagando nuestro cerebro hidratándonos. Nos pregunta si habíamos estado alguna vez en un tupper sex, la respuesta unánime es no (que una lleva años probando juguetes y siendo una consumidora ferviente de productos eróticos, pero era la primera vez que estaba en un tupper sex al uso). Nos va a desvirgar, espero que sea más entretenido que cuando perdí la virginidad, pero en el fondo no resulta serlo tanto. Quizá debería haberle dicho que tenía un blog de sexo, porque de alguna manera me sentía como si estuviera en la clase de los pequeños dando lecciones que ya había aprendido en mi anterior cole. Que lo contaba con algo de gracia, pero me pillaba demasiado adelantada para la mayoría de las cosas que explicaba. No es mi intención infravalorar su trabajo ni actuar con prepotencia, pero ya me entiendes...

La exposición que hace de los productos me resulta extremadamente comercial, y entiendo que quiera vender, pero el tupper ya está pagado y todo lo que se lleve de comisión por posibles ventas es un plus, no hay que entrar a matar, deja que caigan solas... 

Mi mejor amiga insiste dos veces, es que tengo que decirlo. Llevando toda la tarde con la gracia de 'mi amiga es famosa' (déjala, es feliz creyéndolo, porque no logro quitarle la idea por más que lo intento) ya me veo saliendo de la virtualidad ante alguien que no veo porqué tiene que saber nada. Desisto, que haga lo que quiera. 'Ella tiene un cajón lleno de juguetes'. Bueno, podría haber sido peor, pero realmente eso no ha sonado tan bien como podría. Son dos cajones y una caja, pero qué más le dará a esta mujer mi colección de juguetes, si va con la 5ª puesta y no sale de su discurso...

Alaba, creo que en exceso, el poder de un lubricante determinado. Lo he probado en monodosis y tampoco es la panacea, pero sí es de silicona. Empiezo a pensar que le pone el lubricante de silicona por sí mismo y está cegada de amor, porque recomienda usarlo con todos los juguetes, incluidos los de silicona (WTF?!). Mi cara debe ser un poema, porque de solo pensarlo veo estropeados todos mis juguetes de silicona y de da un pataflús. Que se trata de higiene dice, que el lubricante de agua se seca y deja los fluidos resecos en el juguete, y que el de silicona no se seca y puede aguantar. Flipo por momentos cuando dice que hay quien ha ido a la tienda reclamando y han tenido que decirles que el problema X ha pasado por no lavarlos... Me gustaría saber qué hubieran dicho del juguete de latex que me jodió uno de abs y otro de silicona, seguro que acabarían llamándome guarra a la cara cuando el problema no era la higiene, sino el almacenamiento. Un escalofrío me recorre el cuerpo cada vez que menciona el uso de lubricante de silicona con juguetes de silicona.

Nos habla de las maravillas de la copa menstrual, sigue sin convencerme. Vibradores, plugs anales, bolas chinas, bolas tailandesas, excesivos juguetes de jelly (gelatina) sobre la mesa, tampoco me convence. Huevos Tenga, masturbadores masculinos... Me pide que masturbe a mi mejor amiga, pienso en las cosas tan raras que me piden mientras cojo el masturbador masculino y le follo despacito los dedos, es la primera vez que le hago una paja a una tía, es extraño. Turno de las demás, caras extrañas de placer, ¿qué no nos habéis contado chicas?

tupper sex
Masturbando a mi mejor amiga
Nos hemos echado unas risas, eso seguro. Ahora le toca el turno a la cosmética erótica, nos unta de polvos de cereza y acabo chupándolos del brazo de mi mejor amiga y ella del mío, sigue sin gustarme la cereza química. Nos pone pintura corporal de chocolate en la muñeca en forma de corazón, y no le veo la diferencia a ponerme el sirope de chocolate del Mercadona, quizá es que a mí estas cosas no me hacen mucha gracia.

Saca diferentes dildos y vibradores y reconozco uno a la perfección, a principios de año hice una review de él. Comento que le tengo, me ignora completamente, luego que estas reuniones son también para compartir experiencias... Lo siguiente que veo es otro vibrador que empieza a explicar y me va ganando por momentos, mierda, ya la hemos jodido de nuevo, me acabo de enamorar (tengo un pequeño problema de caprichitis aguda con los juguetes eróticos), Bonnie&Clyde de Adrien Lastic me ha llegado al corazón, y no puedo más que pensar en las ganas que tengo de que me llegue a otro sitio, habrá que ahorrar.

Termina la exposición y empieza el ataque comercial. Que sí, que ya, que es su trabajo. Pregunta a todas y me deja para el final. ¿Tú Gwen, qué quieres? Pues yo, cariño, creo que voy servida por un tiempo, que me dan ganas de enseñarle fotos de todo lo que guardan mis cajones para preguntarle si quiere que le explique el funcionamiento de alguno. ¿Ni una velita de masaje? No, gracias, ya tengo una y todavía no sé cuando la estrenaré, no suelo tener el tipo de relación que invita a vela y masaje. Me parece que no le ha sentado bien, pero como ha dicho ella antes, no tenemos obligación de comprar, está to' pagao'...

Comentamos algo por encima, mis amigas compran alguna cosa y yo pienso en que más le vale a mi mejor amiga no comprar nada de lo que tengo ya en casa para su regalo de boda, bueno, en eso y en que sé dónde lo pueden comprar más barato...

De cena y sorpresas
23.00 La reunión tupper sex ha acabado, y vamos a por la cena. Pizza ligerita para que la sangría y el tinto de verano no se sientan solos en el estómago.

23.40 De nuevo en la casa. Vamos a cenar en la terraza, aunque el fresco no invita a proseguir la sobremesa ahí y entramos.

00.30 Ponte en antifaz. ¿Pero hay más? dice la novia sorprendida después de todo el día lleno de actividades y sorpresas. Llevamos la tarta polla a la mesa y le pedimos que se quite el antifaz. Ahora sí que lo está flipando. ¿Eso sí que no lo esperabas, eh, capulla? Se lleva las manos a la cara de incredulidad, no es que sea una obra de arte pero joder, es una tarta polla para ella. La coorganizadora le dice que la he hecho yo, ¿EN SERIO? grita, flipe máximo, si le quedaba alguna duda de todo lo que la quiero después del día de despedida de soltera que está teniendo no puede quedarle ni una miaja, y tener constancia de que toda esa mierda no la hago por cualquiera.

tarta pene
Tarta polla. Pronto te cuento cómo hacerla

03.30 Ya sólo quedamos la novia, la coorganizadora y yo. Última sorpresa, ¡nos quedamos a dormir! No tenía pensado irme nos dice, y nos deja rotas de nuevo. Hija de fruta.... Ahoguemos nuestras penas y revivamos las alegrías en sangría. ¡Por la novia!

05.15 Pues igual va siendo hora de acostarse, más que nada porque llevamos más de 16 horas de despedida tras una semana agotadora y un día anterior sin apenas dormir. Buenas noches y eso.

08.15 Me cago en el WhatsApp y en la gente que escribe tan pronto, y más cuando lo hace en domingo y me pilla de resaca.

11.15 Buenos días gente, igual es hora de replegar velas. Y, huum, desayunar unas cuantas cebolletas que sobraron ayer. Y ya que estamos, de pasar las fotos que tenemos para ponerlas en común, y de hablar de mil y una cosas, y de hacer alguna foto más, y de... Que ya, ¿no? Que ya oigo a mi cama llamarme...

Y fin
13.30 Oficialmente acaba la despedida 26 horas después de su inicio, no está nada mal. Un gran día en una compañía genial.

Al final todo el trabajo, el esfuerzo, los ratos perdidos, las horas robadas, los dedos quemados y las manualidades hechas han merecido la pena. La novia feliz, las invitadas felices, todos felices. Ahora, si me lo permites, voy a robar tiempo para poder recuperarme de la despedida de soltera...

5 comentarios:

  1. ¡Bravo!
    Menuda maratón. Tengo que confesar que a mí eso de los pescaitos me llama la atención y me da un poco de cosilla a la vez.
    Te he imaginado durante la reunión: este sile, sile, sile, vaya mierda... me abuuuuurro!!! Quita, que ya lo hago yo, jajaja. Tenías que llamar a Chichi y Peny, mira que te lo dije...
    A pesar del trabajo de organización, creo que mereció la pena y que tu amiga lo disfrutó.
    Besico

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    1. Fue un no parar, pero mereció la pena. Lo de los pececillos, una de las chicas lo describió muy bien, es como si metieras los pies en coca cola o algo con burbujas, es curioso.

      Jajajajaja, jo, me da mucha rabia, pero entre el rollo de lubricante de silicona para todo, el mogollón de productos de gelatina que llevaba, la chapa comercial y demás... La chica lo contó bien (con salvedades), pero me perdió cuando soltó lo del lubricante de silicona la primera vez (de unas 20).

      Fue genial, agotador, pero la novia gozó como una enana y las demás también. Un día para recordar ;)

      Besotes.

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  2. Awwwwwwwww los pequeños garra rufa!!! Te gusto lo de los peces! A eso me dedicaba antes, en mi vida empresaria jejej, de ahí viene mi obsesión por los peces!! :-)

    Qué divertido todo, no tengo ninguna boda a la vista, pero tendré que inventar una excusa para montarnos un día de chicas completito!

    Besitos guapa!

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    1. gustó con acento y era una pregunta! jajaj por escribir con prisas!

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    2. Lo de los peces lo probé hace años en Tenerife, es una sensación extraña pero agradable, aunque igual es porque tengo los pies hechos un asco (totalmente plausible) pero no noté resultados, ni el Tenerife, ni en la despedida.

      Realmente fue un día de chicas, uno de esos que nunca hay forma de hacer porque todo el mundo tiene planes inamovibles, pero que cuando consigues sacar tiempo merecen la pena totalmente. No queríamos fiesta destroy, sino algo especial que compartir. Busca un día y junta a las chicas, siempre viene bien ;)

      Besotes.

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