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21 de junio de 2017

Fairy Wand de Motsutoys - Review

Fairy Wand

No te voy a engañar, yo también pasé por mi época mágica de creer en duendes, hadas y hechizos. Sí, Disney hizo mucho daño, pero también nos enseñó algunas cosas. Como que un hada madrina puede solucionarte la noche cosa buena...

Fairy Wand igual no te puede conseguir un vestido, ni un carruaje hecho con una calabaza, ni unos zapatos de cristal; pero puede ayudar a que te relajes e incluso proporcionarte algunos orgasmos. Not bad, ¿no?

En esta ocasión el vídeo es muy cortito, pero tampoco hay mucho que explicar sobre Fairy Wand a nivel operativa, ¿ves?


¿Qué características tiene?

* Plástico ABS.
* Funciona conectado a la red eléctrica.
* Con unas medidas de 33 cm de largo y 5 cm de diámetro.
* Cabezal ergonómico.
* Intensidad regulable.

Fairy Wand

Experiencia

Éste es uno de esos juguetes que claramente la explicación práctica supera la técnica. Es tan sencillo de utilizar y tan básico que no merece la pena enrollarse, aunque sí haré algún comentario, por si te pillo con sueño más que nada.

Todo el material es plástico, aquí la silicona no aparece en créditos. El cabezal es la parte que estimulará la zona, ya sea una contractura en la espalda, un clítoris o un glande, lo que tú quieras, y tiene cierta movilidad. Dejo ya claro que es un juguete de estimulación externa, NO está indicado para la penetración, por dimensiones, por la excesiva oscilación del cabezal, y por mil razones más que evidentes. Restríegate pero no te lo folles.

Funciona enchufándolo a la red eléctrica, y para ello tiene un cable -unido al vibrador, por lo que no puede retirarse- de conexión europea y con una largura de 2 metros, más que suficiente para moverte con soltura. Para encenderlo basta con enchufarlo -imprescindible- y mover la única ruleta que se encuentra en el mango del vibrador. A medida que se va girando la ruleta, la intensidad crece. Y sí, tiene mucha potencia, muchísima, pero la parte buena es que, como digo, puedes regularlo con una gran precisión y ponerlo flojito para una estimulación menos invasiva.

Para lavarlo, agua y jabón neutro. Y siempre con muchísimo cuidado de no mojar más de la cuenta. Ni que decir tiene que no es un juguete sumergible, así que el cable asegúrate que sólo vea el agua desde la distancia. Dicho todo lo técnico -sí, ya está, no hay más que explicar-, me meto en materia con la parte práctica.

Fairy Wand

Hacía tiempo que tenía ganas de probar un juguete de este estilo. Quien más o quien menos lo ha visto u oído hablar de los masajeadores wand; y si seguías Sexo en Nueva York de fijo que lo conoces.

La primera parte antes de probarlo era superar el mal rollito que me daba masturbarme con algo enchufado a la red eléctrica. Que sí, está pensado para eso, y tampoco es que fuera a haber tantas humedades -o sí-, pero oye, soy libre de tener mis reparos. Un vez afrontado el hecho de que si hay que morir electrocutada con un vibrador en el coño, pues se hace, ya entré más en materia.

Según el momento, mi grado de excitación y el juguete, puedo usar o no lubricante. En este caso, cuando vi cómo se movía el cabezal, poner lubricante me pareció lo más inteligente que podía hacer, y te recomiendo hacer lo mismo si piensas acercarlo a zonas sensibles.

La potencia es inmensa. Si bien se puede regular perfectamente con la ruleta, alcanza una velocidad perfecta para preparar un merengue en menos de lo que tardas en echar las claras. Pero claro, tu intención no es montar claras, sino montártelo con el vibrador... Claro, claro. Tanto si te gustan las vibraciones suaves como las que son capaces de abrir la fosa de las Marianas, puedes usarlo.

Pero no todo es tan bonito... Me tumbo boca arriba, abro las piernas, me pongo bien de lubricante y tímidamente acerco el Fairy Wand al clítoris a baja intensidad. Todo bien, si no fuera porque en pocos minutos empiezo a notar una extremada pesadez en el brazo, porque aquí la varita del hada pesa como si transportara en ella toda la magia del universo. Cambio de brazo y al poco rato se me carga también. Que igual soy yo, pero la tensión de sujetar el vibrador no acaba de dejar que te concentres del todo, y estás deseando correrte no por el placer que sientes, sino para dejar de sentir el dolor incipiente en los brazos y muñecas.

Cambio de jugada. Está claro que dado el peso del aparato y mis muñecas 'crujientes' es mejor variar la postura. Coloco unas almohadas sobre la cama y me siento a horcajadas sobre ellas, lógicamente con el vibrador entre ellas y yo -dónde estaría la gracia sino-. Y ahí la cosa mejora notablemente. Librarme del peso me deja centrarme en el placer, que a medida que me rozo contra el cabezal del vibrador va aumentando, a la par que aumento la intensidad de la vibración con la ruleta.

Para lo poco que me gustaba cabalgar hace años, hay que ver el gusto que le estoy pillando últimamente, sobre todo con algunos juguetes...

Fairy Wand

Con Fairy Wand y yo dándolo todo, los orgasmos se suceden con alta intensidad. Pero entre orgasmo y orgasmo pruebo a bajar la fuerza de la vibración, aumentándola justo cuando estoy a punto de correrme de nuevo, y eso, ese simple gesto de un dedo deslizándose por la ruleta, me proporciona un gran placer en el momento justo, aumentando las sensaciones del orgasmo que vuelve a recorrerme. Personalmente lo acompaño de cierto movimiento de vaivén, las vibraciones estáticas no me hacen ni fú. Cualquiera diría que me estoy volviendo en una experta folla-almohadas...

Como experiencia, ha sido muy interesante. Por las vibraciones, y porque es innegable que tiene su morbo especial. Aunque también te digo que tienes que tener una idea muy clara, o un capricho fuerte, porque a diferencia de otros juguetes, ni es silencioso, ni es muy versátil. Lo que sí es cierto es que puedes dar un masaje con él previamente, y si el tema se calienta, aprovecharlo para rematar la faena.

Es un juguete para que te importe una mierda si haces o no ruido, porque de susurro nada; un juguete para tener espacio de sobra para guardarlo, porque las dimensiones son difíciles de camuflar; de cara a restregarte contra él, el tamaño y el peso es un punto positivo porque evita que se mueva en exceso, pero para lo demás el peso es todo un contra. Pero si tienes ganas de probar un juguete de este estilo, y no quieres empezar gastándote mucho dinero, es una opción económica dentro de lo que hay en el mercado respecto a este tipo de estimuladores. Algo que sí es genial es que sea cual sea tu sexo, puedes utilizarlo, ya sea en la espalda, los glúteos, los muslos o los genitales, pero no olvides el lubricante en las zonas más sensibles, nadie quiere acabar con rozaduras...

Fairy Wand

Pros

* Intensidad regulable.
* Muy potente.

Contras

* Se enchufa a la red eléctrica.
* Pesa mucho, mogollón.
* El material es plástico duro y puede ser molesto con mucha presión.

Recomendaciones

* Úsalo siempre con lubricante en base de agua, puedes usar uno de silicona, pero si puedes evitarlo mejor.
* Lávalo bien después de usarlo, sobre todo la primera vez, para ello basta con agua y jabón neutro. ¡Pero ten cuidado de no mojar el cable!
* Sécalo muy bien antes de guardarlo, y asegúrate que el paño no deja pelusas. Deja que respire un poco antes.
* Guárdalo en su caja para protegerlo o fabrica una con esta guía.


La review ha sido posible gracias a Motsutoys; gracias por dejarme probar mi primer wand y facilitar esta review. En su web encontrarás éste y otros muchos productos eróticos, con una amplia variedad de masturbadores masculinos de lo más peculiares.


Dime, ¿has probado alguna vez un estimulador tipo wand, y algún juguete que se conectara a la red eléctrica, prefieres la estimulación externa, la interna o ambas, sabías que lo puede usar cualquier persona independientemente de su sexo, conocías Motsutoys...? Cuéntamelo en los comentarios...

6 comentarios:

  1. Interesante información, la verdad no sabia mucho de ese tema, ahora veo que es interesante.

    Saludos

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  2. ¡Interesante review! Gracias Gwen. La verdad que a mí también me da reparos lo de estimularme la zona genital con un aparato conectado a la red eléctrica O_O Por lo que veo tiene sus pros y sus contras, como todo, aunque en este caso me parece que pesa el hecho de que sea un juguete muy poco versátil. Besitos!

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    1. Está bien haberlo probado, la curiosidad era grande, pero ya sólo con lo que pesa, se te quitan las ganas de usarlo a menos que tengas algo muy concreto en mente.

      Besotes.

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  3. A mí eso de que se tenga que enchufar a la luz como si fuera una batidora me tira bastante para atrás. Ya sé que es un prejuicio infundado, pero no lo puedo evitar, me da cosica.
    Creo que este vibrador no va a pasar a forma parte de mi lista de deseos, pero se agradece tu sinceridad y esfuerzo, que eso hay que valorarlo siempre en las reviews, jejeje.
    Besicos

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    1. Da cosica, es inevitable. Que es seguro y no tiene que pasar nada pero... ¿y si me cortocircuita el clítoris? :O

      La sinceridades la base de las reviews, sino nuestros sacrificios no servirían ;)

      Besotes.

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Me encantará saber su opinión...