¿Qué es el Test de Bechdel?

Probablemente hayas oído hablar del test de Bechdel, o sepas de qué trata. Si no es así, te lo explico a continuación

El test de Bechdel se emplea para comprobar si un guión de película, serie, cómic...cumple con estándares mínimos referentes a la brecha de género. Se vio por primera vez en el cómic Unas lesbianas de cuidado (The Rule), de Alison Bechdel, aunque la idea parte de Liz Wallace, una amiga de ésta.

Con inspiración en Virginia Wolf y Una habitación propia, ensayo de la autora, donde se exponía que en la mayor parte de la literatura de ficción, la presencia femenina iba ligada íntimamente a un vínculo con un personaje masculino de la obra, sin tener más relevancia que el propio vínculo y dependiendo de él para su existencia en el escrito.

Pero, ¿qué es el Test de Bechdel?

La evaluación es muy sencilla, teniendo que cumplir 3 requisitos mínimos:

* Contar con dos o más personajes femeninos.

* Que estos personajes hablen en algún momento entre ellas.

* Que la conversación trate de un tema diferente a un hombre (en todas sus formas, relación sentimental, sexual, familiar...).

En algunas circunstancias se requiere que cumpla un requisito a mayores para superar el test, y éste es que los personajes femeninos que interactúen, tengan nombre propio y hablen durante al menos un minuto.

Resulta abrumadora la inmensa cantidad de obras de ficción que no contemplan estos requisitos que, a primera instancia, parecen simples de cumplir. Por contra, son innumerables las obras que lo cumplen en el caso de los hombres. No es extraño ver películas y series en las que únicamente una mujer tiene un papel relevante (como para ponerle nombre) en la historia, y acostumbra a tener cierto alivio romántico o ser un apoyo para un personaje masculino o su trama; siendo pocas las veces que recae sobre la protagonista el peso de la historia (cumpliendo con todos los requisitos); aunque eso sí, casi siempre acompañada de un gran elenco de hombres y pocas o ninguna mujeres.

He de reconocer que durante mucho tiempo, y hasta hace menos de lo que me gustaría reconocer, veía esos papeles como grandes personajes. Mujeres que se hacían un hueco en mundos de hombres, que andaban solas el camino y que -oh, por favor, perdóname lo que voy a decir- no tenían que competir con otras mujeres. Sí, he dicho competir, porque durante casi toda mi vida he tenido la sensación de tener que competir con otras mujeres por la atención de un hombre (o más), o simplemente por esa sensación de ser mejor que..., haciendo que me sintiera muchísimo más cómoda entre hombres que entre mujeres, no sólo porque ciertamente parecía tener más cosas en común en mi ambiente, sino porque suponía un descanso; si era la única mujer no debía competir con nadie. Probablemente el mensaje que nuestra sociedad nos ha inculcado a muchas durante miles de años, como si existiera un único billete dorado y tuviéramos que pisar, específicamente, a otras mujeres para visitar la puta fábrica Wonka. Y oye, que ni la fábrica ni Charlie merecían, ni merecen, que nos andemos pisando, insultando, torpedeando, criticando o ridiculizando, y que da mucha pereza la competición constante, especialmente cuando no tienes claro si el premio existe o es sólo una ilusión que nos hacen vislumbrar para quitarnos del medio; mientras estamos ocupadas peleando entre nosotras, no peleamos por nuestros derechos.

Y, ¿cuántas películas lanzan el mensaje de la competitividad eterna? ¿No se beneficia el patriarcado de que nosotras mismas nos pongamos la zancadilla entre nosotras? ¿Hay alguna forma de cambiar el mensaje? A esta última pregunta, la respuesta es sí, varias. Una de ellas, apoyando y creando proyectos en los que las mujeres huyan de su rol tradicional y puedan tener papeles relevantes al nivel de los masculinos; reclamar esa presencia femenina que, afortunadamente, poco a poco se hace más real.

Pero ahora entra la duda, ¿quiere decir esto que no puedes ver/leer ningún contenido que no cumpla con el test de Bechdel? Tampoco es eso, se trata de ampliar las formas en las que se ve la ficción, de animar a artistas a crear obras en las que el test se pase a simple vista, con un mero trailer sin tener que esperar a una escena escondida entre la trama que seguramente pase desapercibida, de hacer ver a mujeres y hombres que ese contenido merece la pena, y que puede ser disfrutado por cualquier persona, eliminando la idea de que una película con gran presencia femenina es 'para chicas', como si fuera a bajar la testosterona por ver a mujeres en papeles importantes o donde el elenco esté mayoritariamente formado por ellas.

Algunas películas/series que me  gustan y no pasan el test de Bechdel:

La princesa prometida, Top Secret, Dirty Dancing (seamos realistas, si la pasa es por mero tecnicismo), algunas de Marvel (sí, en serio), Guía del Autoestopista Galáctico, Dirk Gently, Héroes (mayormente éste es su lugar), Elementary, Sin Límites, Wonder Women y el Profesor Marston (me pesa ponerla aquí pero...)

Algunas películas que SÍ pasan el test de Bechdel:

Malas madres, Duck Butter, Begin Again, Springs Breakers, Selma, Habitación en Roma, Cisne Negro, Molly's Game, Serenity, Noche Real, Figuras Ocultas, Wonder Woman (obvio)...

Algunas series que SÍ pasan el test de Bechdel:

Big Mouth, Las Chicas Gilmore, Jane The Virgin (por los pelos), Scandal (también raspado), Grace and Frankie, Jessica Jones, Chicas Buenas, Orange Is The New Black, Santa Clarita Diet, The Good Place, Los 100, Modern Family, The Good Fight, Younger (apurando mucho), New Girl, Agents Of Shield, Las escalofriantes aventuras de Sabrina, Madam Secretary...

¿Me ayudas a completar las listas? 

Yo sólo he puesto un pequeño ejemplo, pues es difícil acordarse de muchas películas y concretamente de si éstas pasan el test, especialmente cuando descubres que muchas que pensabas que sí, realmente no lo hacen. 

Dime series y películas que te gusten que SÍ cumplan con el Test de Bechdel y las incluiré.