Fetiches curiosos

Hace unos días me reuní con unos viejos amigos, y entre los mil temas que salieron a colación uno de ellos fue el sexo. También es cierto que estando conmigo es inevitable que acabe estando presente en algún momento, pero es que es un tema que me causa tantísima curiosidad que las ansias de saber y compartir son difíciles de controlar. 

Claro, me encanta disfrutar del sexo y hablar de mis experiencias, pero saber de las de los demás es una forma de lo más original de conocer más a otra persona, e incluso a la raza humana si nos ponemos tontos.

Y ahí estábamos, poniéndonos al día, cuando un amigo me comentó algo que me pareció de lo más curioso. Hace un tiempo estuvo hablando con un chico, todo iba bien, se iban conociendo por alguna App poco a poco, risas, charla, esas cosas con las que a los solteros nos gusta torturarnos a veces.

Cuando aquello ya estaba a punto de dar el siguiente paso, el de la desvirtualización, quedar, follarse hablar, conocerse; el otro chico le dijo a mi amigo que quería contarle algo antes de nada. PANIC ALARM, porque cuando te dicen eso muchas veces suele haber gato encerrado o algo tan sorprendente que ha esperado al último momento para soltarlo y hacerte sentir culpable si huyes (noviazgos, matrimonios, prole, no correspondencia de la foto con la realidad, secretos de estado...).

Mi amigo me lo contaba con esa cara que se te queda cuando, a pesar de haberlo vivido, todavía no te lo acabas de creer. Resulta que al chico le ponía, y mucho, que le tiraran pedos en la cara, ese era su fetiche curioso, peculiar incluso.

No pude evitar empezar a reírme, y seguir por un buen rato más a coro con mis amigos, incluido el protagonista de la anécdota. No ya por el fetiche, que debes admitir que curioso se le queda corto, sino por la situación, por visualizar la escena en mi mente -esa tarde visualicé demasiadas cosas, como para ir a confesarme después de ello...-, por imaginarle al chico en casa, deseando que alguien se le pediera en la cara y poniéndose burro sólo de pensarlo... Sabes que tengo una visión abierta de la sexualidad, y respeto todas las formas de expresión sexual siempre que haya consenso, pero en serio, ¿a ti también te habría llamado la atención, verdad?

La reacción de mi amigo tras la confesión de su pretendiente fue hacer la croqueta y huir lejos sin mirar atrás, y tampoco puedo juzgarle por ello, porque es probable que en su situación -tras haber indagado lo suficiente en el fetiche para escribir un post fundamentado-, hubiera hecho lo mismo. No por falta de respeto, sino por imposibilidad de mirarle a la cara sin imaginarme un culo sobre ella evacuando gases tras una comida copiosa.

A raíz de este fetiche curioso me ha parecido interesante preguntarte -de manera totalmente anónima-, si tienes o te han contado algún fetiche que te haya llamado la atención, y para eso está este precioso formulario bajo estas líneas, para que me lo cuentes y dentro de unos días podamos comentar los datos en un nuevo post. ¿Hablamos de fetiches curiosos?