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5 de octubre de 2016

El condón o preservativo femenino


Hablemos del condón femenino, ese sustituto al habitual condón masculino que ya conoces de sobra. 

Su homólogo femenino tiene similitudes, como ser un método anticonceptivo de barrera, lo que quiere decir que evita los embarazos no deseados y además las infecciones de transmisión sexual. Igualmente su fiabilidad, bien empleado, es bastante alta, rozando el 98-99%.


Aunque son quizá sus diferencias lo que puede determinar más la elección de este método. Al contrario que el condón masculino, que sólo enfunda el pene, el condón femenino cuenta con la peculiaridad de cubrir parte de la vulva. Se introduce en la vagina -puede hacerse horas antes de la relación sexual-, y sobresale de la misma, tapando parte de la vulva y protegiendo en mayor medida de infecciones que puedan encontrarse en el nacimiento del pene o en el pubis; esto también puede emplearse para practicar sexo oral seguro a través del propio condón, ya que el material cubrirá hasta el clítoris. Visualmente es similar al condón masculino, pero bastante más grande.

El material del que está hecho es el poliuretano, por lo tanto perfecto para aquellas personas alérgicas al látex. El condón viene prelubricado -como los condones masculinos-, pero si es preciso o quieres más lubricación, se recomienda su uso con lubricantes de base acuosa. Debido a que será el pene el que se introduzca dentro del propio condón, sin ir ajustado, y su lubricación no es comparable a la de la vagina, es probable que requiera lubricación a mayores para evitar fricciones y molestias en ellos.

El coste del condón femenino es mayor al masculino. ¿Por qué? Para empezar, por el material -los condones masculinos de poliuretano son un poco más caros que los de látex, para que te hagas una idea-, y seguramente por el bajo índice de consumo, debido principalmente al desconocimiento o falta de acceso en algunos lugares. La unidad, en España, puede rondar de 2 a 4€, viniendo de forma individual o bien en paquetes pequeños (2-3 unidades). De todas formas, sí es posible comprar cajas más grandes si estás a gusto con el producto y le das un uso frecuente, aquí por ejemplo.


El uso es sencillo, y debe seguir los siguientes pasos:

- Abrir el envoltorio.
- Extender y localizar los dos aros que tiene, uno más pequeño que otro. El pequeño será el que se coloque dentro de la vagina, facilitando su sujeción en el interior. Para introducirlo se debe doblar y empujar hasta el fondo. El aro más ancho quedará por fuera, cubriendo la vulva.
- Puede colocarse horas antes de la relación sexual, para mayor comodidad -aunque no se yo si es cómodo ir con ello puesto por la calle o al ir a hacer pis...-, o bien justo antes y que forme parte del juego.
- Antes de introducir el pene es recomendable sujetar el aro exterior alrededor de la vulva para evitar que el pene acabe entrando por fuera del condón.
- Una vez usado, se coge el aro externo, se le da unas vueltas para evitar que se salga el semen, y se extrae tirando de él. Deshazte de él en la basura, no por el váter ni la ventanilla del coche.

Aquí puedes ver una animación más gráfica que mi explicación, y quizá te ayude a visualizarlo. Si quieres que haga un vídeo explicando la colocación -artificial, no pienso bajarme las bragas-, dilo y me pondré a ello en cuanto pueda.

Y ahora es cuando te cuento mi experiencia personal probando el condón femenino...

Tenía curiosidad, mucha, sobre todo porque para usarlo no es necesario que el pene esté erecto, puedes empezar a jugar y que se vaya poniendo duro una vez dentro, y al tener parejas ocasionales no suelo experimentar la sensación; pero también era muy escéptica sobre el propio uso y su comodidad y quería poder forjarme una opinión fundada.

Valga decir que lo que voy a explicar es mi propia experiencia, que no tiene que ser la tuya. Puede que lo hayas probado y te encante, o que no lo hayas probado nunca, en cuyo caso, te animo, como casi siempre, a probarlo al menos una vez.

Pues bien, para mí fue como follar con una bolsa de plástico metida en la vagina. Dicen que follar con condón reduce la sensibilidad del pene, ahí no puedo entrar porque me falta el elemento más importante, un pene; pero lo que sí tengo claro es que con el condón femenino las sensaciones se reducen -reitero que es mi experiencia personal- en ambas direcciones. La propia fricción es totalmente diferente, puesto que el pene fricciona sobre el poliuretano del condón, y no sobre la propia vagina, y la lubricación natural se ve desaprovechada totalmente porque no entra en contacto con el pene. Sí, con un condón masculino tampoco, pero de alguna manera se nota el chapoteo vaginal, que el hombre -según mis fuentes- puede sentir, cosa que se elimina de la ecuación con el femenino. La lubricación dependerá de la propia del condón, o de la artificial que aportes. La temperatura también entra en juego, pues con el poliuretano parece que no es la misma que se transmite que con el condón de látex o sin condón alguno -esto último es obvio-.


Por otro lado, si vas a follar en una sola postura, sin sacarla, sin movimientos bruscos y sin intención de tocarte o que te toquen el clítoris, genial. En cambio, si quieres hacerlo en posturas diferentes, sacando el pene en un momento dado, o masturbarte o que te masturben, tendrás que estar pendiente de que la parte saliente del condón no se mueva del sitio, que el pene entre siempre por donde debe, y que el plástico no estorbe al ir a meter mano. No se tú, pero cuando follo no quiero tener que estar pendiente de cosas que resten concentración al placer del momento, y te juro que pocos polvos más estresantes he echado que ese en el que probé el condón femenino.

El ruidito plasticoso en cada embestida tampoco es que sea lo más erótico que puedas imaginar, y más cuando el tan excitante y motivador que es el del chapoteo por la lubricación vaginal -ese sonido similar a cuando corres con chanclas-, desaparece totalmente de la escena. 

En definitiva, tendrá su público como todo, pero no me encuentro entre sus filas. Me parece un producto poco práctico, que me resta sensibilidad, desaprovecha mi excelente lubricación natural, me distrae del placer, y me incomoda su sonido y su precio.

Sí es cierto que tiene ciertas 'ventajas', aunque la mayoría que le veo son ante situaciones que no deberían pasar, como en mujeres que se ven obligadas a practicar sexo con sus parejas por miedo; putas cuyos clientes no quieren usar condón; mujeres que temen ser violadas por la calle y para remate quedarse embarazadas, y se lo colocan antes de salir como protección... Lo dicho, situaciones indeseables, pero que creo que por desgracia son el mayor nicho de mercado del propio producto. También tiene una mayor protección de cara a ITS's, por eso de cubrir parte de la vulva, algo digno de mención, así como que represente el empoderamiento de la mujer en cierto sentido, pero que sigo sin ver como reclamo suficiente para cambiar los condones tradicionales -los masculinos- por los femeninos.

Y tu, ¿qué crees, lo has probado, te gusta, te intriga, te parece práctico, crees que es follar como con una bolsa de plástico...? Dímelo en los comentarios...

4 comentarios:

  1. Tienes toda la razon. (Soy hombre)
    Un saludo
    Doc

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    1. Está claro que ninguna compañía de condones femeninos va a contactarme, jajaja, pero había que decir la verdad...

      Bienvenido al blog Doc. Besotes.

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  2. Me parece maravilloso, sinceridad ante todo.
    Yo, la verdad, nunca los he utilizado.
    Besico

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    1. Me gusta informar dando mi punto de vista, información genérica se puede encontrar en cualquier sitio, pero lo que creo que de verdad ayuda es ver ejemplos prácticos y opiniones personales. Aunque sean una birria, jajajaja, luego allá cada cual.

      Si algún día tienes curiosidad sobre cómo es follar con una bolsa metida en la vagina, ya sabes... ;)

      Besotes.

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