El cuerpo posee
infinidad de zonas erógenas, porque más allá de las más mentadas como
genitales, pezones o cuello, están esos pequeños rincones que para cada cual
son, con la atención precisa, especial e inesperadamente excitantes.
Cayendo quizá en algo más común
pero que aún carga con gran estigma tenemos el ano; sea éste del género que
sea, por favor, prestemos atención a este punto erótico y abramos la mente a la
idea de estimular la zona anal.
Y para ello vamos a hablar de
la mejor opción, pero antes, los plugs anales, ¿qué son?
Debemos diferenciar primero
entre dildo/vibrador, bolas tailandesas o anales y plugs, la tríada de los
juguetes eróticos para el ano. Pues, aunque pueden utilizarse para el mismo fin
que es estimular el ano, no tienen la misma forma ni ofrecen lo mismo.
Los dildos o vibradores, aunque
muchos de ellos tienen formas que propician la penetración anal por
dimensiones, no todos están diseñados ni con la seguridad apropiada para su uso
en dicha zona. Para que un dildo o vibrador sea considerado apto para la
estimulación anal debe contar con una base ancha que evite la succión del mismo
por accidente; recuerda que el ano tiene mucha fuerza y que un despiste nos
puede llevar a pasar un mal rato si no se toman las medidas adecuadas.
Habitualmente cuentan con una base de mayor tamaño o bien un complemento para
incorporarlo como tope.
La estimulación es
principalmente derivada de la penetración más o menos constante, y de la
eventual vibración que pueda tener el juguete.
Las bolas tailandesas o anales
son distintas a las bolas chinas o wen ba, cuyo objetivo es fortalecer la
vagina y con ello el suelo pélvico mediante una o dos bolas -unidas o
separadas- que se deberán mantener en la cavidad y según el caso acompañarlo de
ejercicios Kegel. Las bolas tailandesas acostumbran a ser tiras de bolas (u
otras formas geométricas) de distintos tamaños, de menor a mayor, que estimulan y dilatan gradualmente el ano a medida que introducimos e extraemos la ristra de éste.
Existen también unos tipos de
bolas anales con un volumen superior y que no guardan una escala de tamaños,
cuyo uso requiere una mayor experiencia anal y un entrenamiento previo; aquí el
juego no reside en la mera estimulación anal, sino que se rozan límites de
dilatación, superación personal o sensaciones extremas. Cabe avisar que no es
apto para principiantes.
Y, por último, y para mí el juguete más
idóneo para el ano, los plugs anales. Ya te he contado qué no son, pero ¿qué
son realmente? ¿Qué características define a un plug?
Pues bien, un plug anal debe tener como
medida de seguridad como mencionaba antes, una base o tope para evitar la
succión. Esta base puede ser a modo de pomo más o menos ornamentado, con una
anilla que facilita la extracción o bien un elemento decorativo y/o erotizante
como pudiera ser una cola o un látigo, haciendo en este caso que el juguete
tenga una función añadida.
Por excelencia la forma de los plugs es
cónica, siendo más ancho a medida que se acerca a la base del juguete. No
obstante, existen algunos modelos con formas redondeadas a modo de bola, otros
que se enchanchan una vez introducidos o bien que se hinchan con una bomba de
mano aumentando su tamaño para dilatar el esfínter.
A mayores pueden tener vibración, y ser de infinidad de tamaños y materiales, aunque mi recomendación es que
siempre te asegures de que el producto elegido sea seguro para el cuerpo.
Puedes encontrar diversos
modelos en tiendas como el sex shop Placeres Secretos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantará saber su opinión...